Todo comenzó allá por el año 1900, cuando Jose  Apezteguia (también conocido  como Joxe Arotxa) e Hilaria Petite, abren una pequeña tienda de comestibles y otros artículos en la calle Mercaderes, formando parte del corazón del pueblo de Santesteban.

Unos años más tarde, se hace cargo del comercio uno de sus hijos, Bautista Apezteguia, pero  al poco tiempo fallece suponiendo un cambio de manos. Así, por el año 1950, llega la continuidad de las manos de Ignacio  Apezteguia, hermano del fallecido, quien se hizo cargo del negocio. Poco a poco va modificando su oferta de productos, centrando más su atención en el mundo del metal de manera que en poco tiempo se le conoce como Ferretería Apezteguia.

El negocio arranca e Ignacio se ve en la necesidad de más ayuda para seguir adelante. Lo que en un principio empieza como un apoyo provisional por parte de  su hijo mayor Juan Ignacio, se convierte en una incorporación a tiempo completo y algo más tarde se une el menor,  Jose Antonio. Junto a ellos, en el año 1993, y viendo  que el local ya no da más de si, decide ampliar trasladándose del caso histórico al otro lado del río, a la Calle Elizagibela. Es entonces cuando se conforma la empresa Apezteguia Berria, S.A.

Las exigencias impuestas por el paso de tiempo obligan a otro cambio y a finales del 2008 el negocio se traslada a un nuevo local en el que se encuentra en la actualidad, Carretera Leiza. Con el paso de los años la oferta de productos se ha ido ampliando, pero los ingredientes básicos de este negocio siguen ahí: profesionalidad, disposición y variedad.

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